A continuación os dejamos un vídeo promocional sobre Alpuente y Aras de los Olmos. Esperamos que sea de vuestro agrado.
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A continuación os dejamos un enlace para poder acceder a la versión online del último número de la revista «La Taifa de Alpuente». Os recordamos que en este número se produjeron algunos errores durante la confección de los artículos. Por esta razón estos mismos artículos fueron publicados en la web tal y como debían haber aparecido en la revista. Desde la barra superior de navegación podréis acceder tanto a la revista como a los artículos corregidos. Esperamos que sea de vuestro disfrute.
Luna Nueva
«Te daré la luna», me dijiste mientras alargabas los brazos hacia el cielo y yo, inocente, me enamoré de tus mentiras.
Unas mentiras que pronto perdieron dulzura y se fueron tornando amargas hasta que una noche, tus susurros se convirtieron en insultos. Y el daño de tus palabras me dolió tanto como las heridas de tus golpes.
Con lágrimas en los ojos y sangre en los labios, seguí creyendo que cuando levantabas el brazo, era para traerme la luna. Esa misma luna que un día, cuando me querías de verdad, me prometiste.
Anoche rocé el cielo con los dedos y entre sueños descubrí que no necesito héroes junto a mí. Por eso hoy empiezo una nueva vida, sin ti.
Heroína
Autor: Carlos Pérez Recio
Temática: violencia de género
Como sabéis, el pasado verano no se celebró el ya tradicional concurso de dibujo infantil. Al menos no se ha hecho de la forma habitual. Puesto que este año se ha conmemorado el 10º aniversario del Museo Paleontológico de Alpuente, y dado que desde allí se pretendía realizar un concurso de dibujo infantil, se tomó la resolución de, en vez duplicar actividades, colaborar con ellos en su confección. A continuación os dejamos una pequeña reseña de cómo fue el evento, tal y como aparece en la web alpuenteturistico.com, además de una álbum fotográfico de los dibujos presentados.
RESEÑA
«Ya tenemos los ganadores de nuestro concurso de dibujo ’10 Años del Museo Paleontológico de Alpuente’ y ya tenemos casi lista la nueva edición limitada de entradas al Museo, que como algunos ya sabréis, llevarán como imagen uno de los dibujos premiados.
Noa, de 11 años, fue la ganadora del primer premio del concurso y recibirá en breve su premio, consistente en una Tablet, un pase anual para visitar nuestro Museo, una ‘Tarjeta regalo familiar’, un Libro ilustrado de dinosaurios y una camiseta.
Y entre los niños afincados en Alpuente y sus aldeas, Pablo, de 8 años, fue el ganador, quien ya recibió el mismo día de las jornadas una ‘Tarjeta regalo familiar’, un Libro ilustrado de dinosaurios y una camiseta con nuestro dinosaurio.
Agradecemos a la treintena de niños y niñas que han querido participar mostrándonos su particular y genial visión del mundo de los dinosaurios y de nuestro Museo.
Para valorar sus trabajos, hemos contado con la colaboración de distintas personalidades relacionadas con el mundo de la cultura, las Bellas Artes y el turismo. Queremos agradecer pues a los miembros de la junta de la Asociación Cultural Amigos de Alpuente, Agustín Romero Civera y Alberto Talaya Peñalver; a la que fue alcaldesa de Alpuente, Amparo Rodríguez Sambonet; al licenciado en Bellas Artes Juan Carlos Rodríguez Perales; al paleoilustrador Francisco Gascó y a Cristina Albir, la valoración realizada para el concurso.
Así mismo, señalar el apoyo mostrado por los patrocinadores del concurso, Valencia Turisme y la Asociación Cultural Amigos de Alpuente, en la organización y promoción del mismo.
Los trabajos permanecerán expuestos a lo largo de los dos próximos meses en la sala del Museo Etnológico que podrá visitarse los fines de semana y festivos con la ‘Ruta de La Taifa’ o solicitándolo en la Oficina de Turismo escribiendo un correo a oficinaturismoalpuente@hotmail.com
¡ENHORABUENA A LOS GANADORES Y GRACIAS A TODOS POR ESOS MAGNÍFICOS DIBUJOS!»
A continuación os dejamos un álbum fotográfico digital con las fotografía que formaron parte de la exposición «El agua en el entorno rural», celebrada el pasado mes de agosto de 2016 en Alpuente.
En numerosas ocasiones hemos oído decir que Alpuente ha sido escenario de grandes batallas a lo largo de la historia. El ruinoso estado de nuestros castillos es una clara muestra de la herencia recibida de estas devastadoras guerras, algunas de las cuales asolaron casi por completo sus murallas y torreones.
Pero más allá de las silenciosa historia que nos cuentan las piedras –que todavía hoy en pie desafían al tiempo para dar testimonio de los golpes recibidos–, a poco que desempolvemos el archivo histórico, encontraremos muchas evidencias del legado que nos dejaron aquellos que fueron testigos, presenciales en algunos casos, de su declive estructural.
Un ejemplo son los cuadros y manuscritos que nos recuerdan estos hechos acaecidos, hace ya tantos años en los caminos y montañas de nuestra comarca, que nuestra memoria ha olvidado casi por completo. Obras de arte en las que se representan escenas bélicas ambientadas en contiendas dignas de ser rememoradas por su importancia histórica. Una de estas escenas corresponde al cuadro del que os quiero hablar hoy y que da título al artículo:
“La toma del fuerte del Collado de Alpuente”.
Se trata de una pintura de grandes dimensiones realizada al Óleo en 1900 por el artillero y pintor catalán José Cusachs. En el lienzo se recrea la batalla de la conquista del castillo del Poyo, en el Collado de Alpuente. Conflicto bélico que tuvo lugar los días 17, 18 y 19 de 1875 durante los últimos coletazos de la III Guerra Carlista.
Imagen 1.- Cuadro, “La toma del fuerte del Collado de Alpuente”
Un dato curioso es que el propio artista –por aquel entonces destinado en Valencia–, participó personalmente en la acción como mando intermedio de una batería a cargo del Capitán Don Enrique Pellicer. Su aportación en el asedio y toma de la fortaleza le valió para granjearse el ascenso a grado de comandante por los méritos contraídos en la batalla.
Tardó 25 años en decidirse a pintarlo y cuando lo hizo, rescató de sus viejas libretas de campaña los apuntes tomados durante la batalla para deleitarnos posteriormente con esta obra de arte.
Otro dato anecdótico que rodea al cuadro es que el pintor, José Cusachs, aparece representado en el centro de la imagen. Figura en un segundo plano para no destacar su protagonismo sobre el resto de sus hombres, a los que quiso resaltar por su esfuerzo y anonimato.
En la escena se muestra a sí mismo, montado a caballo, dirigiendo la operación con apariencia de tranquilidad y transmitiendo confianza a su ejército, el cual avanza a duras penas por el camino pedregoso y lleno de obstáculos que asciende con gran pendiente hacia la cima de la loma de la Moratilla. Su objetivo es el castillo del Poyo, ocupado por las tropas carlistas al mando de Don Heliodoro Cervera, el cual se había hecho fuerte en el antiguo castillo del collado de Alpuente. Una fortaleza prácticamente inexpugnable por su enclave geográfico y difícil de batir por la artillería enemiga de esa época.
Lo que no se cuenta en el cuadro es que el regimiento subió a brazo, 4 piezas desmontadas KRUPP largas de 8 centímetros. Estos cañones de fabricación alemana, alcanzaban unos pocos kilómetros, lo suficiente para lanzar sus proyectiles hasta el fuerte y acertar en un blanco con escasa pero infalible precisión.
Esta acción les ocupó cuatro horas y media según los partes de la época y resultó crucial para la posterior rendición de los asediados en el castillo. En la pintura se puede apreciar en primer plano a los artilleros cargando una de las piezas de artillería desmontada y un poco más adelantados a la derecha de la imagen, algunos soldados con espardeñas de fibras naturales, empujando las enormes ruedas de los cañones.
El camino por el que suben a la loma, deja ver la vegetación típica de la zona, de monte bajo en los ribazos y pedregales en las laderas de la montaña. Al fondo entre una cortina de niebla y nubes y con un poco imaginación, seguramente veremos el pico de Javalambre con restos de nieve todavía en la cumbre.
Pero más allá de estas breves reseñas sobre el cuadro o los detalles que hayan podido apreciar a través de las imágenes presentadas, si la lectura de este artículo les ha suscitado una pizca de interés, les animo a que acudan a contemplarlo en persona, al museo histórico militar de Valencia.
El cuadro mide 175 x 197cm y está depositado en la pinacoteca de la primera planta del Museo de historia Militar de Valencia, situado en la calle C/ General Gil Dolz, nº 6, junto al Paseo de la Alameda.
Frente al cuadro han situado una vitrina en la que podemos encontrar algunos objetos, que nos ayudan a contextualizar la época del conjunto pictórico:
Imagen 2.- Vitrina a pie del cuadro de José Cusachs
El contenido de la vitrina ha sido facilitado por el Museo Histórico Militar. En su interior podemos encontrar los siguientes artículos:
Un sable de empuñadura y hoja negras y otro con restos de dorado, como el que lleva el Sargento.
Una tercerola Remington nº 1033 “RG 1873” fabricada en Oviedo, como las que cargan los artilleros a la espalda.
Una carabina Remington s/n con cañón dorado, modelo carlista (fabrica de Eibar o Placencia de las Armas). La mira es adicional de un modelo americano.
Un fusil s/n con inscripción en cañón “F. de Vicente Acha 6 P.A.”
Un fusil s/n con caja damasquinada e inscripción en cañón “CAÑÓN BERNARD”
Una boina carlista.
Caja con munición de plomo para fusil Remington: Son originales de 1889 y no propiamente carlistas (los de punta dorada son posteriores a la época carlista)
Y por último un revólver Eibarrés, nº 6634 como el que portaría el capitán al cinto.
Si continuamos andando por el piso superior del museo, un poco más adelante, en la sala 16, nos encontraremos en el interior de una vitrina vertical de madera, la bandera de combate tradicionalista de 1850 que ondeaba en el fuerte durante la conquista. Se conserva en un excelente estado. Está restaurada y conserva el escudo y las letras bordadas originales.
Imagen 3.- Bandera de combate tradicionalista carlista
En ellas se puede leer con total claridad (transcripción literal):
Círculo Lejitimista
Puebla de Vallbona
DPR
Las obras de arte nos cuentan historias y este cuadro no es una excepción. Nos relata una batalla en la que las tropas vencedoras, tras un asedio de tres días, arrebataron el fuerte del Collado a los carlistas y dieron fin a su efímera hegemonía. Si el final de esta batalla hubiera sido otro, la escena y el autor probablemente también hubieran sido otros.
George Orwell dijo que la historia la escriben los vencedores, pero en cualquier caso, con lo que quiero que se queden, es que Alpuente fue el escenario de esta batalla, que hay un cuadro que nos describe en primera persona cómo se desarrolló y que ganara quien ganara… el resultado fue como en cualquier guerra: muerte, destrucción.
Adjunto la web del museo por si quieren acercarse a dar un paseo por sus instalaciones o ampliar la información.
http://www.ejercito.mde.es/unidades/Madrid/ihycm/Museos/valencia.html
Las imágenes mostradas en este artículo han sido cedidas por el museo histórico militar de Valencia exclusivamente para la web de la ACAA y su revista, por lo que no podrán ser reproducidas ni utilizadas para otro fin.
Los artículos representados en las imágenes y a los que se hace referencia, pertenecen en su totalidad al fondo del museo histórico militar de Valencia.
Por último quiero agradecer al museo, así como al Coronel Director, la cesión de las imágenes.
Tanto si os ha gustado el artículo, como si no, decídnoslo. Saber vuestra opinión nos ayuda a mejorar.
Reciban un cordial saludo,
Carlos Pérez Recio
Vocal ACAA
¡Oh! Fuente de Arquela.
¡Oh! Fuente Bravía.
¡Oh! Fuente de Hermosura.
¡Oh! Fuente de Alegría.
La balsa grande,
qué bonita cuando está llena.
Sin embargo ahora
das tristeza, das pena.
¡Oh! Fuente de Arquela.
¿Dónde está tu bravura?
Se secó el agua,
Se acabó tu hermosura.
Se acabó el agua,
la balsa está vacía.
La huerta da pena,
está yermá, está baldía.
Aunque tenemos el consuelo
de la fuente de arriba.
Mana poco, pero nunca se seca.
Esa sí que es segura.
El camino de Arquela
era el camino de Chelva.
Los sábados al mercado
a vender o comprar mercancías.
Están construyendo un barco
para bajar a Arquela a merendar.
Como el reguero está seco,
por la Escaleruela hay que bajar.
Desde el camino
se pueden apreciar
los agujeros en el cortado
donde el búho suele anidar.
Si tienes buen corazón
eso suele pasar.
Si lo das todo al momento,
luego te quedas si ná.
¡Oh! Fuente de Arquela,
deja ya de llorar.
Cuando vuelvan las lluvias,
ya volverás a manar.
Por Miguel Clemente.
Voy a decir para ustedes,
con cariño y humildad,
una corta poesía
basada en realidad.
Recuerdo siendo pequeño,
igula que todos ustedes,
que teníamos gran respeto
sin tener tantos placeres.
Entonces era sagrado
contestar a los mayores,
que con mucha educación
cumplíamos los menores.
Fuimos muy poco al colegio,
hay que decir la verdad,
pero sí nos enseñaron
a tener que respetar.
Ahora estudian muchos años,
tienen que tener cultura,
pero tocante al respeto,
no hay ninguna asignatura,
y deberían tenerla.
Sepan ya los profesores
que se merecen un suspenso
quien contesta los mayores.
Los hijos deben ser hijos,
aun sobrados de potencia.
Los padres deben ser padres,
por muchos años que tengan.
No hay cosa para los padres
que les cause más placer,
que les respeten los hijos
por muy crecidos que estén.
Se encuentran entusiasmados,
llenos de felicidad,
pero si ven los contrario,
lloran en su soledad.
Se muestran acobardados,
constantemente sufriendo,
pidiendo con ansiedad,
que los llame el Padre Eterno.
Y es triste y doloroso,
y más que nada inhumano,
el no encontrar un cariño
al llegar a ser anciano.
Los nietos a los abuelos
los quieresn cuando son niños,
pero según van creciendo
se va mermando el cariño.
Si el abuelo los reprende,
le contestan enfadados:
“tu ya no entiendes ni papa
porque estás muy anticuado”.
Cabizbajo y dolorido
se queda solo el abuelo,
llorando gotas de sangre,
sin tener ningún consuelo
Por la mañana temprano
dicen muy fuerte y sin duelo:
“No hay quien duerma en esta casa
por las cosas del abuelo”.
A muchos seres les pasa
todo lo que estoy diciendo.
Que Dios se lo tenga en cuenta
todo lo que están sufriendo.
Y me despido de ustedes
con lágrimas en la vista,
y les doy un fuerte abrazo
a todos los pensionistas.
Por Josefina Martínez.
Muchas son las formas de cocinar la carne que pueden saborearse en la comarca de Los Serranos. Así, diferentes guisos a base de cordero, ternera y/u otras carnes, pueblan el recetario de la zona. Hoy os traemos un guiso típico, que era potestad de los pastores durante sus largos peregrinajes por la geografía local para encontrar el alimento de sus rebaños.
Ingredientes (para 4 personas)
1 kg de carne de cordero (pierna, espalda, cabeza…).
2 tomates.
1 guindilla.
Para la picada
5 dientes de ajo.
1 puñado de almendras.
Perejil.
1 hoja de laurel.
Especias (canela, clavo, pimienta y nuez moscada).
Aceite de oliva.
Sal.
Elaboración
Primero se introduce la carne en una olla con un diente de ajo y una hoja de laurel, se cubre con agua y se cuece a fuego medio hasta que esté tierna. Entonces se retira del fuego y, cuando haya perdido un poco de temperatura, se deshuesa, se corta en tiras y se reserva en remojo en el caldo de su cocción.
Aparte, se prepara una picada con cuatro dientes de ajo, las almendras, un poco de perejil, y se reserva. En una cazuela se barro con aceite, se sofríe una guindilla y, cuando empiece a tomar color, se añaden los tomates, previamente triturados. Se prepara un sofrito a fuego lento hasta que el tomate adquiera una textura melosa. Entonces se agrega la carne reservada con un poco de su caldo, y se sazona con una pizca de pimentón y sal. Se mantiene la cocción a fuego lento y, posteriormente, se agregan las especias. Por último, se agrega la picada y se deja cocer hasta que se haya reducido todo el caldo.
Fuente: GUÍAS GASTRONÓMINCAS DE LA COMUNITAT VALENCIANA. El Camp de Túria – Los Serranos.